
El primer número era en realidad un bebe, tenía ocho paginitas de un cuarto de página contando portada y contraportada. Pero fue creciendo gracias a ustedes y la motivación que nos dan. A pesar de la baja calidad por falta de presupuesto (nosotras no vivimos de ésto... es puro amor al arte) aún hay chavas que nos escriben pidiendo ayuda y diciendo que supieron cómo contactarnos gracias a una Lesbi-guía que había guardado ¡por nueve años!
Por ello mismo, me parece importante regresar a los incios antes de pasar a contarles cómo fue el retorno de la Lesbiguía (esta vez sin guión) y su evolución en Labrys. Así que iré plasmando página por página en este blog esperando toque la vida o los pensamientos de alguien.